Encuentro literario con Julián Martín

El próximo miércoles 10 de enero a las 20h. en  La Sala de la Palabra. Teatro Liceo tendremos el Encuentro literario con Julián Martín.

El poeta salmantino Julián Martín, nace en Cordovilla en el verano de 1947. Pasa su infancia y, por tanto, su etapa escolar, en Aldehuela de la Bóveda y, después de haber recorrido diferentes lugares en el transcurso de su vida laboral, actualmente, ya jubilado, reside en Carrascal del Obispo, de donde proceden sus raíces. 
Julián, poeta autodidacta, agricultor, soñador, amante de la familia, del campo y de la vida nació poeta, como condición de enfrentar el día y merced al amor que siempre sintió por la lectura, especialmente por la lectura poética, se fue inclinando y a su naturaleza se agregó el hacerse poeta. Como una forma de estar en el mundo, Gabriel y Galán fue su referente principal y también Miguel Hernández, entre otros, hicieron un hueco en su corazón.
Es Julián Martín, un hombre bueno, cabal y sencillo al que le nacen besanas de amor a ras de hierba, que llora el réquiem al padre con la misma pena que envuelve el recuerdo a la madre. “Enséñame a ser como me quieres” -escribe para su amor- su compañera la que le dio sus tesoros más preciados, sus hijos.  Es un poeta capaz de hacer sentir sus sentires, a todos los que se acercan al encanto de sus versos. 
De sus poemarios publicados, podemos destacar los titulados: Cauces de silencio (1999); Pasos que no detuve (2000); Aldehuela y otras nostalgias (2001); Versos tendidos al oreo (2007) y Romances de sol a sol (2008). También  duermen libros inéditos esperando padrino, libros que ansían la vida.
Dice el refrán que en casa de herrero cuchillo de palo, hoy queremos cambiar esto. Julián es nuestro, como la tierra que nos da sustento, el aire que nos envuelve y la vida que nos habita.
Honrar al de casa, sin menospreciar al que nos visite. 

JUNTOS
Vamos sintiendo juntos la angostura
al cruzar por el mismo pasadizo,
tú con mi liviandad, yo con tu hechizo;
tú con mi oscuridad ,yo con tu albura.

 Vamos pagando juntos el peaje
al afrontar los mismos desalientos,
fieles de mis momentos tus momentos,
unidos tu equipaje a mi equipaje.

 Juntos con nuestros vicios y virtudes,
con nuestras pequeñeces y amplitudes.
Juntos en la armonía o la desgana.

 Juntos con nuestras dudas e ilusiones....
Que si no es junto a ti, faltan razones
para intentar amanecer mañana.
[del libro Cauces del Silencio]

UN POCO DE ILUSIÓN
Dejaré sobre tu alma dolorida
estas gotas de alivio y de esperanza;
en ocasiones la palabra alcanza
lo que no se consigue con la huida.

 Es débil, caprichosa, reducida,
y tan despacio la ilusión avanza
que se evapora tenue en lontananza
antes de penetrar en nuestra vida.

 Pero aunque a veces nos abruma el peso
hay que formar con ansia ese proceso
que consiste en luchar con valentía

  y mantener el rumbo con firmeza.
Nunca se acaba lo que no se empieza.
Nunca se alcanza lo que no se ansía.



EN LA TIERRA DE TU ETERNIDAD
                                A la memoria de D. José Mª Gabriel y Galán
                                            (Un día en Guijo de Granadilla)
Me he encontrado contigo esta mañana
en tus campos de vírgenes jarales
que eran esa ventana
por la que contemplan a raudales
las bendiciones de la fe cristiana.
 Predispuesto a saciarme de hermosura
vagué entre los calveros y la umbría
y contemplé la hondura
que en edeniales  chorros de armonía
empapaba el ambiente de dulzura.
Puse mis labios sobre el curso frío
de un veneno sangrante en la ladera,
y el entorno bravío
en aquella eclosión de primavera,
llenó de calma mi pesar sombrío.
 Debajo del olivo de una huerta
me cobijé sediento de impresiones
y, con el alma abierta,





bebí con avidez las emociones
que en el sentido la quietud despierta.
 En las calles alegres del poblado,
al calor misterioso de su gente
me sentí desbordado;
como al bajar del cerro, la corriente
desborda de frescuras el sembrado.
 Allí supe que aún eras querido.
Allí se contemplaba tu deseo.
Allí tu busto erguido.
Allí tu vieja casa museo
para tener perenne tu latido.
Me acerqué al cementerio, amplio y severo,
donde todo tesón y lucha acaba.
Junto a tu sitio austero,
quedé mirando al sol que resbalaba
acariciando tu cerviz de acero.* 
Cuando aún quedaban tantas mariposas
que levantarse en las mañanas quietas,
se rompieron tus rosas.
Cuando ya no las dicen los poetas
¿Dónde irán las palabras amorosas?
[del libro Versos tendidos al oreo]


EN RECUERDO DE A F. G. LORCA (I)
                                     

¡Ay, noche de terciopelo!
En tu oscuro laberinto
rugió un sonido distinto
y se hizo de noche el cielo;
ajado quedó el pañuelo
sobre la piedra enlutada
y se estremeció Granada
pues la tierra al recibirlo
soltó un quejido de mirlo
con el ala desgarrada.
   Y a la luz de la luna
   vieja de brillo
   se perdió la aceituna
   junto al tomillo.
Roja sangre de sus manos
copió la tierra de arcilla
quebrándose por la orilla
los romanceros gitanos.
El alba olvidó en los llanos
   Acércate poesía
   de madrugada
   con la melancolía
   de estar dañada.
No han podido malos vientos
erosionar una vida
que fue pródiga y fluida
en amor y pensamientos;
al contrario, sus acentos
se agrandan  la memoria
fieles a su trayectoria.
   ¡Qué ironías de la suerte;
    Quisieron darle la muerte
    y lo llenaron de gloria!
                Verso de notas rico
                 derecho subes
                que escribes Federico
                sobre las nubes.
   Acércate poesía
   de madrugada
estrofas rotas de espera
y una cara blanca y cera
iba perdiendo el aroma
cuando acaricia la loma
la neblina mañanera.
   Sigue pasión inquieta
   no te detengas
   que te llama el poeta
   para que vengas.
Circulan distorsionados
ecos del "gato garduño"
y alzó el silencio su puño
sobre símbolos cruzados;
Suspiros amordazados
se hundieron en el ambiente
y de la llorosa fuente
los manantiales se abrieron
y con las sombras tejieron
un responsorio doliente.
      con la melancolía
   de estar dañada.
No han podido malos vientos
erosionar una vida
que fue pródiga y fluida
en amor y pensamientos;
al contrario, sus acentos
se agrandan  la memoria
fieles a su trayectoria.
   ¡Qué ironías de la suerte;
    Quisieron darle la muerte
    y lo llenaron de gloria!
                Verso de notas rico
                 derecho subes
                que escribes Federico
                sobre las nubes.

[del libro Cauces del Silencio]



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