La poesía de Asunción Escribano, es ante todo vida del alma, de ahí que la autora necesite mirar hacia adentro, explorar en su interior.
… Los estados de ánimo que en ellos se manifiestan, tiene una correspondencia con el mundo, con los seres, con las criaturas y, en no pocos casos, su expresión puede realizarse a través de ellos, descubrimos en Asunción Escribano una mirada hacia el afuera desde la perspectiva de sus propios adentros. Tal actitud provoca un mundo continuo de correspondencia y también de simbolizaciones.
Así opina José Luis Puerto de la poesía de Asunción Escribano, aunque esta es una pequeña pincelada de lo que es su poética, que tendremos ocasión de conocer de cerca en el interesantísimo encuentro literario que tendremos con ella y al que estáis todos invitados.
Poemarios:
La disolución -2001 , Metamorfosis – 2004 , Solo me acarician alas -2012 y Hebra y sutura- 2012.
Está incluida en numerosas antologías literarias como : Antología de poetas salmantinos; Quinta del 63; Salamanca: azul y oro; Daniel Mordzinski: los rostros de la escritura. Una mirada fotográfica a la literatura de Salamanca. Pintores y poetas desde la Salamanca universal. Femenino plural; Otras voces, nuevas voces ( Antología del V encuentro de poetas hispanoamericanos en homenaje a José Hierro); El mundo del otro lado. Ochenta fotografías para ochenta poetas; La tierra en las entrañas; Cocina, arte y literatura; y Pentagrama. Cinco poetas españolas de hoy.
Premios:
Primer premio en el certamen nacional Juan de Baños de la Academia Castellano y leonesa de poesía.
Finalista en dos ocasiones en el premio de la Academia castellano y leonesa de poesía, y una en el premio internacional San Juan de la Cruz.
Directora de la cátedra de poesía Fray Luis de León de la UPSA. Forma parte de la Academia de Juglares de Fontiveros.
Os dejamos algunos versos de la poeta Asunción Escribano.
Una llamarada es como un presagio
Recibía tu llamada desde dentro, pero
afuera las cosas te gritaban. Señalaban
tu nombre y tu existencia como fiebres,
como llamaradas, como incendios bruscos.
Y te amaba en otros nombres sin saberlo.
Ciudad sin nombre
La ciudad no tiene nombre.
solo lo prestan tus pisadas
a mi lado.
El descanso de la herida
La palabra como un ciervo de agua,
como un pecho blanco en que anidar
el cansancio infinito de las alas.
Porque en sus aves no tiene nombre la tristeza.
Una caricia
Pájaro, poema o nieve,
qué saben de límites los ojos.
Del blanco al vuelo, sólo una caricia.